Se imagina usted la escena en cámara lenta, ella con sus inseparables gafas y su dentadura perfecta reflejando una sonrisa tierna al ver a su amado. El Chapo Guzmán, se acerca lentamente, vestido con su uniforme de preso, color caqui, la toma de la mano y lentamente pasa su mano por la breve cintura de su amada y le da un beso en la mejilla, mientras Emma deja correr lentamente dos lágrimas.
Pues esa escena tal vez no se haga realidad, ya que esta difícil que el juez Brian Cogan, conocido por ser muy estricto en su actuar, permita estas concesiones al Chapo Guzmán. Y para colmo de males, es republicano como Donald Trump.