Nunca se imaginaron que los maestros mexicanos protestarían con tanta furia en todo el país. Sin el apoyo de los líderes sindicales enfrentaron a los gobernadores locales que, como alfiles de Peña Nieto, se dieron vida usando la fuerza pública para obligarlos a evaluarse. Hoy, gran parte de esos gobernadores ya están en la cárcel por sus corruptelas, mientras en el descrédito, el Gobierno Federal termina fragmentado y desgastado. Además, la llegada de AMLO significa el fin para todas las pretensiones de la Reforma Educativa.
Desde la victoria del presidente electo, el magisterio ha sido tratado de diferente manera, los maestros ya no ven peligro en la Ley de Servicio Profesional Docente, que los obligaría a evaluarse en este mes. Hoy, el magisterio está en una posición ventajosa, hoy los maestros saben que pueden defenderse sin la ayuda de ningún sindicato.
Sólo basta tener el suficiente valor para defender sus propios derechos laborales. Hoy saben que la Ley de Servicio Profesional Docente, junto con su examen de permanencia docente, tiene los días contados, al menos eso dice el próximo presidente de la República.