Celebremos nuestras tradiciones

Tradiciones
Altar tradicional veracruzano, con la Catrina y el Catrino jarochos a un lado FOTO: WEB
- en Opinión

Jorge Díaz Bartolomé / Muchas de las festividades en nuestro país son producto de un sincretismo religioso que inicia en el siglo XVI, el cual fue cambiando en los siglos posteriores. Todos Santos y Día de Muertos son tradiciones que se celebran el 1 y 2 de noviembre respectivamente a lo largo y ancho del país, son manifestaciones de carácter festivo ante la muerte, con algunas variantes en cada región del país. La celebración de Día de Muertos en las comunidades indígenas, así como en los pueblos, pasó a formar parte de la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, un distintivo único otorgado por la UNESCO que nos muestra la riqueza de nuestras tradiciones.

Las calaveras literarias son otra de las expresiones culturales que surgen en estas fechas, las cuales se refieren a un epitafio hecho con motivo del día de muertos, son una composición poética que tiene como finalidad describir un pensamiento sarcástico, teniendo la muerte como tema, con dibujos caricaturescos, descarnados o cadavéricos.

Lo usual en estas composiciones es que no tienen consideración al estrato social, a la importancia política o religiosa de los personajes. La calavera literaria tiene su origen en la Colonia, la cual estaba enriquecida siempre con expresiones de religiosidad. Durante la época colonial existía censura en este tipo de publicaciones, prohibiendo su publicación en gacetas y medios impresos por considerarlas irreverentes.

Fue hasta el siglo XIX que las calaveras empezaron a circular de nueva cuenta en medios impresos; la más antigua, según documentan diversas fuentes, apareció en Guadalajara en 1849 en el periódico El Socialista, editada por el médico italiano José Idelicato. El ingenio del mexicano siempre se verá reflejado en las “Calaveras”, una de las expresiones culturales que surge con la celebración de los fieles difuntos.

Las leyendas son otra faceta de las tradiciones de nuestro México, muestran una narración popular de un hecho real o fantasioso, que originalmente se transmitía de forma oral de generación en generación, pero eso amable lector, será otra historia que contar.

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