Para los que promueven la consulta, todo ha resultado exitoso, un ejercicio que, ya amenazó AMLO, se habrá de repetir cada que le venga en gana. El resultado se dará a conocer por la tarde-noche, pero a nadie admirará que la opción de Santa Lucía sea la ganadora. Lo triste es que, a pesar de las irregularidades, del voto repetido por muchos que acudieron; a pesar de que fue escasa la afluencia, si se toma en cuenta la lista nominal, el resultado validará, legitimará, una decisión que ya fue tomada de antemano.
En adelante, si ocurre lo que los agoreros apocalípticos pregonan, que los capitales huirán del país, o si se descubre que en realidad Santa Lucía es inviable para el tráfico aéreo que se pretende, entonces la culpa no será del gobierno, sino del casi millón de personas que validaron con su voto esa decisión.