Édgar Landa Hernández / Desde mi infancia siempre he tenido gusto por los sonidos que emiten los instrumentos musicales. En este caso, la guitarra. Solía yo observar detenidamente cuando algún amigo de mi padre, previo a iniciar sus tertulias musicales, se disponían a tensar las cuerdas de sus guitarras, dándole un tono distinto a cada una de las seis cuerdas que se compone la guitarra.
Lo hacían por espacio de unos minutos y después rasgueaban todas las cuerdas hasta escucharse un sonido armónico y sobre todo melodioso. La guitarra estaba afinada y por ende ya se podía a empezar a entonar las diversas melodías que al acompañamiento con la voz daba un realce mucho mejor para nosotros los oyentes.
Y lo mismo sucede con nuestro cuerpo. Al iniciar el día hay que afinar nuestros sentidos, armonizar nuestras corazonadas para que en nuestras actividades nos vaya mejor y ¡por supuesto! que alcancemos nuestros metas a corto plazo de una forma alegre y plena.
Iniciar el día con la plena convicción de que somos privilegiados al experimentar un día más esta bella travesía llamada vida, nos llena de una alegría sin igual, nuestro entorno se alinea y sobre todo nos afinamos en cuanto a salud y bienestar se refiere.
Actuamos de una forma exquisita detonando cada uno de los dones en la cual el creador ha sido benévolo para con nosotros y todo depende de nosotros mismos que tipo de melodía entonar en nuestras vidas.
Cuando nos desafinamos es cuando comenzamos a ver los defectos de los demás, observamos en ellos lo que no nos gusta de nosotros mismos creando un reflejo latente de las molestias que existen en nuestro interior. Las cosas no salen bien, e iniciamos una serie de excusas y sobre todo indecisiones que únicamente nos llevan al deterioro físico y mental.
Hoy inicia tu día con tus sentidos bien afinados, y verás que los resultados serán sorprendentes, no dejes de cantar la más bella melodía de tus sentidos, tu familia y sobre todo tu, lo agradecerás.
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