EL SNTE dio el visto bueno a la Reforma Educativa, sus seccionales, con chicote en mano, obligaron a sus agremiados a evaluarse. Algunos se regodeaban y se paseaban con las autoridades oficiales mientras afuera de las sedes de evaluación, miles de maestros eran golpeados por el contubernio Estado-SNTE.
Repetimos, no justificamos el proceder violento, sin embargo, los organizadores, a estas alturas, ya se dieron cuenta del repudio de muchos maestros contra los líderes sindicales que se quieren subir al barco como unas blancas palomitas.
Ojalá y con los foros que faltan sean más cuidadosos en escoger a sus participantes. Sería bueno que recuerden el dicho de las sabias abuelas: «En este mundo traidor, todos somos de barro, pero no es lo mismo, bacín que jarro».