Si a Javier Duarte lo condenaron a nueve años de cárcel por robar 60 mil millones de pesos y le aplicaron una multa de 59 mil pesos, a Eugenio Hernández, que no se pudo robar ni mil millones de pesos pues lo que le espera es una pena de cárcel de unas cuantas semanas y unos 50 pesos de multa.
A eso se le debería llamar la “Regla Duarte” y en adelante a cada político corrupto que se robe el dinero de los ciudadanos se le debe aplicar esa regla. Claro, Eugenio Hernández no debe tardar en declararse culpable y acogerse a las benéficas leyes mexicanas que le otorgan mayores beneficios a aquellos que con sinceridad reconocen sus culpas y devuelven parte de lo robado.