De entrada, prevalece el amiguismo entre los nuevos nombramientos, dos excompañeros del América, un árbitro, y su representante futbolero serán parte importante de su gobierno. Lo preocupante del asunto es la bandera que enarbola Cuauhtémoc Blanco. Meter a la cárcel a su antecesor.
Él tirapatadas piensa que con cumplir esa consigna ya la hizo. Que alguien le diga que uno de los principales problemas que tiene el estado de Morelos es la inseguridad que provoca el crimen organizado. Por cierto, al nuevo gobernador ya se le relacionaba con un grupo criminal. Ya se verá en qué termina este experimento gubernamental. Por cierto, tenga por seguro que Morena se arrepiente de haberlo apoyado.