Édgar Landa Hernández / Cuando se confiere la dicha de poder agradecer las cosas, situaciones o eventualidades que corresponde a nuestra vida reconectamos con la fluidez de la sensibilidad y atraemos el amor.
El amor hacia nosotros mismos, hacia la misma vida que nos comparte cada día el triunfo de sentirnos exitosos, de dar las gracias al creador por permitirnos estar en esta tierra evolutiva en pos de un aprendizaje para trascender.
uno de los grandes poderes que nos han sido otorgados, es el del agradecimiento, que muchas ocasiones, por la educación que hemos recibido, o por la fluidez en la que vivimos lo olvidamos.
El poder del agradecimiento es tan grande que atrae a El amor, y nos hace semejantes, crea igualdad, derriba parapetos y trayectos. Amor es gracia, generosidad, deseo de cercanía, y que no duda en darse y ofrendar por un hermano.
Cuando iniciamos a agradecer se hace una fusión entre el compromiso y la existencia, porque cuando el agradecimiento sube las bendiciones bajan en forma de presentes. hoy agradece, deja atrás las quejas, mira al cielo y disfruta de cada uno de los milagros alrededor de ti, es más que una nueva oportunidad para ser mejor que ayer, para volver a intentar lo que ayer no se pudo o no nos dio tiempo terminar, e inicia el nuevo día con una actitud positiva.
el poder del agradecimiento te vuelve humilde, te enseña a reconocer que viniste a ser inquilino de este breve transitar para crecer, evolucionar, ser mejor. ser agradecido es ver más allá a través de los ojos del alma, a dignificar las grandezas que nos han sido otorgadas, cuando agradeces, la vida cobra sentido, se hace de ella una aspiración a no renunciar a nada.
la vida es una serie interminable de lecciones, en la que es vital no renunciar a nada, todo es portador de una enseñanza, que te ayuda a renovar tu vida.
La vida es un exacto equilibrio, en una ecuación perfecta, es una dualidad entre diversidades, en donde todo es para tu bien.
Hoy se agradecido y verás los resultados.
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