Hasta hace unos días, si algún maestro entraba a ocupar una plaza de maestro, éste automáticamente quedaba afiliado al SNTE, supuestamente porque es el sindicato mayoritario y tiene la custodia del Contrato Laboral ante la SEP. Hasta hace poco, algunos maestros podían renunciar al sindicato y buscar cualquier alternativa de su preferencia. Sin embargo, ahora nos venimos a enterar que el Pleno del Senado ratificó ayer por unanimidad el Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que protege a los trabajadores contra actos que vulneren su libertad sindical y ordena al Estado impulsar procedimientos de negociación.
De manera que ahora, los trabajadores, obreros y maestros, quien por cierto son considerados trabajadores de la educación, determinarán desde el inicio de su contrato laboral a qué sindicato se quieran afiliar. Las coacciones y amenazas se acabaron. Así que, en cualquier momento, el trabajador podrá decidir, si así lo quiere, cambiarse de sindicato. Es cierto, ya lo venían haciendo algunos trabajadores, pero ahora, ya hay un marco legal.
El abogado Oscar de la Vega, socio director de De la Vega & Martínez Rojas, explicó que a consecuencia de la ratificación de este convenio, los trabajadores deberán gozar de una absoluta libertad para adherirse o no a un sindicato, o dejar de pertenecer al mismo, pues no podrá ser condición para su empleo el estar afiliados a una organización sindical.
Además, por si fuera poco, los sindicatos deberán estar libres de cualquier injerencia de los patrones en sus actividades, incluyendo el pago de cuotas sindicales. Destacó que los patrones no podrán organizar los sindicatos y se considera injerencia que los patrones financien sindicatos. Éstos sólo deberán sostenerse con las cuotas de sus agremiados. Así que se acabaron los recursos millonarios que mandaba la SEP al SNTE. Esa medida forma parte de cuarta transformación de AMLO.
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