Pero el gusto de verse cobijado le está saliendo caro a los de Morena. Y es que tratar con el gobernador electo de Morelos no es cosa fácil. El exfutbolista es terco como mula, no sabe de alianzas políticas, no sabe de cumplir con acuerdos y se monta en su macho, siendo él un jumento, y nadie lo baja de ahí.
«Yo en una ocasión lo platiqué con el presidente del Partido: ‘pues vámonos solos’, porque teníamos ese conflicto con Rabín. Yo no lo bajé, en verdad que yo no lo bajé, yo hablé con Hugo Eric y le dije ‘vámonos solos’ porque por lo mismo teníamos muchos problemas con presidentes municipales, con diputados, teníamos muchos problemas por el tema de Rabín, en ningún momento yo bajé a Rabín». Así rebuzna, perdón, así discursa el próximo gobernador de Morelos.