Si con una mayoría calificada la bancada de Morena puede cambiar toda la Constitución, pues más fácil ha de ser desaforar a Cuauhtémoc Blanco Bravo una vez que tome protesta como gobernador de Morelos. Yeidckol Polevnsky ya lo trae muy atravesado, a él y al “españolete” que lo aconseja. Cuauhtémoc Blanco se está comportando como el escorpión de la fábula. En su instinto está picar, traicionar y pues a la primera oportunidad lo hará.
Pero no sólo eso. De tiempo atrás se sabía que grupos del crimen organizado estaban atrás de él. Siendo alcalde de Cuernavaca, el titular de Seguridad Pública de Morelos, Jesús Capella, acusó a tres de sus colaboradores de tener nexos con el crimen organizado. Ya mismo algunos medios de comunicación han publicado que Federico Rivas Valdés, quien será subsecretario operativo de la SSP en Morelos, estuvo al mando de retenes donde fueron desaparecidos jóvenes de manera sistemática en Veracruz.
Todavía no es gobernador Cuauhtémoc Blanco y ya está ocasionando problemas; mejor quitárselo de encima de inmediato. Ya lo dijo Yeidckol, «ya ganamos, México es nuestro».
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