Hizo bien la autoridad en sacar al maestro de la escuela y así evitar su linchamiento. Si el maestro es culpable de lo que se le acusa, que sea la autoridad la que lo determine. Ya se han dado casos de linchamientos de inocentes por personas que «no sirven para nada».
En Veracruz eso se debe evitar, porque en todo caso todos los ciudadanos estarían expuestos a que una turba se dejara llevar por las acusaciones de una persona maledicente. El dicho histérico de una o dos personas es suficiente para incendiar a un grupo de personas que sacan su ferocidad, su imbecilidad, su yo asesino. ¿Cómo detener estos linchamientos? Escarmentando a los que los incitan.