A todo esto, sume que la pensión de los adultos mayores se duplicará, la reestructuración de la refinería de Minatitlán y el programa petroquímico en Coatzacoalcos. El propósito de las becas y los apoyos a los jóvenes es combatir la inseguridad y combatir la pobreza extrema. La estrategia es interesante. Mantener a la generación actual de jóvenes ocupada para que no se líen en bandas delictivas; eso es buscar el fondo al problema de la inseguridad.
La pregunta que surge es: ¿de dónde va a salir tanto dinero para llevar a cabo todos estos programas? El que promete está obligado a cumplir. Si cumple, las personas se lo tomarán a bien y lo considerarán como un gobernante de palabra. Pero si no cumple, entonces todos se le irán encima y no se lo van a perdonar nunca.