Sabía usted que durante la administración de Aurelio Nuño en la Secretaría de Educación Pública (SEP) fue cuando se dieron la mayor cantidad de maestros cesados, algunos porque no se presentaron a las tres oportunidades y otros porque resultaron no idóneos. De 10 mil maestros cesados, nueve mil 200 fueron cesados durante el tiempo en que Nuño Mayer estuvo al frente de la SEP. Él mismo decía «hay maestros suficientes para suplir a los cesados». Tal pareciera que esa era su consigna secreta. Vaya, ni con Emilio Chuayffet se vio tal encono contra los maestros.
Y es que el magisterio disidente prefirió marchar en las calles que presentarse a una sede a ser evaluado, eso a pesar de que la Reforma Educativa, impulsada por el Gobierno Federal, hizo obligatoria la evaluación docente. Después de casi cinco años de lucha y resistencia, fue natural que el magisterio decidiera dar su voto al candidato que prometía derogar la Reforma Educativa, incluyendo la Ley de Servicio Profesional Docente, una ley que vulneraba la dignidad y los derechos de los maestros.
Por esa razón, los maestros mexicanos han dejado a un lado la incertidumbre que amenazaba su permanencia laboral, para darle paso a una expectativa esperanzadora que mejore sus condiciones laborales. Es digno de destacar que el nuevo y próximo secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán, buscará revalorizar la figura del maestro, la cual, en palabras del propio funcionario, fue lastimada con la Reforma Educativa. Por cierto, AMLO ha dicho que los maestros cesados serán reinstalados.
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