No existe el éxito sin perseverancia

Perseverancia
Christian Arredondo FOTO: WEB
- en Opinión

Zaira Rosas / ¿Dónde estabas o dónde te gustaría estar a los 31 años? ¿Tus sueños están cumplidos? ¿Tienes todos los ingresos que esperabas? Probablemente no. Si contestaste que sí y a los 31 años estuviste donde querías o te ves en ese punto a futuro puede ser que perteneciste a una generación de antaño, que aún no vislumbras las dificultades que podrán aparecer en tu futuro o que perteneces a un sector muy reducido de la población dónde has contado con lo necesario para superarte.

Esta semana un joven llamado Christian Arredondo generó polémica en Twitter, por ser uno de los afortunados en ganar una beca que ofreció Guillermo del Toro en conjunto con Cinépolis para estudiar Animación en Francia, dicha beca patrocina una estancia de dos años que permite a los becados cursar un posgrado en una de las mejores escuelas del mundo, el problema para Christian y por el cuál muchos se sintieron con derecho a juzgarlo fue que él no tenía los recursos para pagar el vuelo a Francia.

De inmediato surgieron comentarios que señalaban que era irreal que alguien a los 31 años no pudiera costear un vuelo a París, por supuesto hubo quien refutó esto comentando que gran parte de los habitantes de México ni siquiera ha podido subirse a un avión. Figuras reconocidas cuestionaban que hubiera aplicado a una beca sin tener los recursos para cubrir el restante, yo me atrevo a decir – ¿No son para eso las becas? – El mismo Guillermo del Toro al afirmar que cubriría los gastos del joven declaró lo siguiente: “Respecto a las becas: Las becas existen para apoyar al talento. Naturalmente se dan como aliciente para quien NO TIENE- pero DEBERIA tener. La carencia económica no disminuye a quien la padece. Se cubrirá el boleto.

Utópicamente hablando esperaríamos que cualquier persona con un sueño fuese capaz de cumplirlo, Christian ha soñado con hacer dibujos animados desde pequeño, hizo una carrera universitaria y con certeza ha trabajado mucho para lograrlo, al ser ganador de una beca como esa debe tener mucho talento, ¿Qué le hizo falta en México para que antes de esta beca creyera que su sueño era imposible? ¡Oportunidades!, toparse con personas que confiaran en su talento y sus ganas de crecer y con certeza seguro se había topado con mucha gente que se atrevió a decirle a tu edad deberías hacer esto o lo otro. Continuando con una utopía todos deberíamos alcanzar cierta independencia económica quizás desde los 18, quizás al finalizar la universidad, pero la realidad es que uno de cada cuatro ni siquiera tiene la oportunidad de acceder a la Educación y aun accediendo, ¿Cuántos tienen oportunidades laborales que les permitan una vida digna justo al egresar?

El debate presentado en redes es preocupante porque demuestra la ceguera de muchos en nuestro país, refleja que gran parte vive bajo una burbuja en la que cree que cualquiera tiene las mismas condiciones y oportunidades. La historia de Christian nos comprueba que claramente no es así, también habla de una desigualdad creciente y de los retos que la juventud debe enfrentar hoy en día. No dudo del éxito que miles de personas puedan tener desde temprana edad, pero lo cierto es que la realidad del común de mexicanos es otra y que las dificultades para superarse son crecientes.

Por fortuna Christian y otros dos jóvenes se toparon con alguien que sabe lo difícil que ha sido ver sus sueños cumplidos, por fortuna en México también existen personas que apoyarían cualquier sueño sin juzgarlo, por fortuna existen empresas con grandes proyectos de responsabilidad social que han transformado la vida de muchos gracias a su ayuda, ahora nos toca abrir más los ojos, vislumbrar nuestra realidad sin filtros, más allá de los metros de nuestra comodidad, veamos el panorama completo, identifiquemos nuestras carencias y volvamos cada una un área de oportunidad.

Seamos capaces de apoyar el talento, el tiempo de cada persona es distinto y cada quien se desarrolla según sus circunstancias, quizás tengamos la fortuna de resolver nuestra independencia económica antes, quizás nuestros objetivos sean otros, pero cuando veamos a alguien luchando por un sueño no juzguemos desde nuestra frustración, apoyemos a quien esté logrando algo sin importar su edad, los genios se han presentado en múltiples etapas de la vida y sobre todo comencemos a trabajar en nuestro propio desarrollo, porque las metas no se alcanzan por golpes de suerte, requieren de ardua dedicación y constancia.

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