No se trata de llevar las contrarias ni de deshacer lo que el otro hiso, antes bien se trata de crear un precedente importante para que, aquellos que cometieron delitos, crímenes en contra de los ciudadanos que pusieron al cuidado la administración del estado, reciban una sanción ejemplar. Es por ello que la administración estatal a cargo del gobernador electo, Cuitláhuac García, no debería soslayar ese clamor de justicia. No basta con decir que no es su atribución meter a la cárcel a los culpables, se trata de cuidar, de velar porque la ley se cumpla y se haga lo correcto.
No fue una gracia lo que hicieron los fidelistas, los duartistas, el daño que causaron no se lo causaron a la familia del futuro gobernador, de modo que sólo así pudiera estar en la posición de perdonarlos. El daño que Duarte, Karime, Bermúdez, Nemi, Luis Ángel, Flavino, Gina y todos los que están en la cárcel y los que faltan, nos lo causaron a nosotros, a los veracruzanos y por ello clamamos justicia.