Jorge Díaz Bartolomé / La historia del lago natural del Dique es tan antigua como los manantiales de Xalapa, este primer lago era abastecido por el río Carneros, también conocido como “Santiago”, la calle Francisco González Bocanegra era su cauce natural. Con la llegada de las industrias textiles se realizan obras para crear una pequeña represa y un puente, justo en el antiguo camino a Coatepec. A finales del siglo XIX y principios del XX aquel paradisíaco lugar fue escenario de regatas y días de campo. En 1926 se construye el Puente Atenas sobre la represa de la fábrica La Probidad, la cual, con los años fue trasladada a la congregación de San Marcos de León. Grandes extensiones de aquellas tierras fueron propiedad de don Luis Vázquez, quien tenía unas tenerías, y muchos de los desechos de las pieles eran arrojados al lago causando con ello la proliferación de zopilotes.
Fue hasta los años 1969 a 1973 durante el gobierno del Lic. Rafael Murillo Vidal que surge la extraordinaria idea de construir un paseo alrededor del primer lago, pero el proyecto fue aún más ambicioso, existía la posibilidad de darle a Xalapa un paseo para la recreación familiar con cerca de tres kilómetros, único en la región. El primer lago tendría una longitud de 700 metros, el segundo 1300 metros y el tercer lago 1700 metros. Una obra que corrió a cargo de los ingenieros Gustavo Nachón Aguirre, Luis Rendón y Miguel Hernández Rodríguez, con los arquitectos de paisaje Enrique Segarra y Gustavo Márquez. Este ambicioso proyecto comunicaría el Paseo de los Lagos con la prolongación Barragán y Sebastián Camacho, mediante la donación de unos terrenos propiedad de don Luis Vázquez. Como sabemos ahora, esa pequeña, pero no menos importante arteria, fue vendida al IMSS el último día del gobierno de don Fernando Gutiérrez Barrios, es decir, le metieron un gol a don Fernando cuando le pasaron a firma esa venta.
El Paseo de los Lagos ha sido parte de las familias xalapeñas por más de 130 años, lo han hecho parte de su vida, es por esto entendible el malestar de la gente, el ver en que se ha convertido este emblemático lugar de la capital veracruzana.
Las últimas administraciones municipales han hecho con el Paseo de los Lagos lo que han querido, pasaron por alto lo que representa para los xalapeños y por supuesto haciendo a un lado su historia. Durante los últimos cuatro años nos hemos manifestado para que el Puente Atenas sea restaurado, que sean retiradas las estructuras metálicas del puente paralelo, ya que rompen con la armonía de paisaje. El retiro definitivo del ambulantaje (ahora fijo) será un reto de la administración de Hipólito Rodríguez Herrero. El Paseo de los Lagos tiene que ser nuevamente seguro, limpio e iluminado y que las vías recreativas, se realicen en los lugares para los que fueron diseñados, por ejemplo “Los Lagos”.
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