Tenga la certeza que desde la tranquilidad de su lujoso departamento de Polanco, la maestra Elba Esther Gordillo ya tiene el plan perfecto para desquitarse o vengarse, como quiera usted llamarle, de su hijastro político Juan Díaz de la Torre. Su meta es arrebatarle el SNTE para ponerlo en manos de un afín y así ella ser la mano que mece la cuna.
Los que conocen bien a la maestra, saben que apostó todo su capital político con AMLO, con miras a recuperar en poco tiempo su libertad. La maestra no es ninguna improvisada, es una experta en el ajedrez político, ella supo mover sus piezas, especialmente sus alfiles como son su yerno, su nieto y su fiel escudero Rafael Ochoa Guzmán. Ella los puso en tiempo y forma al servicio del nuevo tlatoani azteca.
Se la tiene jurada a Luis Castro, presidente de Nueva Alianza, y quien fuera su secretario particular, este hombre es y será el blanco de los rencores de Gordillo Morales. Dese luego que sin hacer menos a Juan Díaz de la Torre, que ingenuamente pensó que con una diputación plurinominal estaría blindado contra cualquier ataque. Pues no fue así, el tsunami López Obrador lo dejó fuera de la jugada y más indefenso que una señorita con minifalda a las tres de la mañana en un barrio de mala muerte. El SNTE, pronto tendrá nuevo dueño y para eso no falta mucho.