La disparatada idea de poner como candidata a la gubernatura a una mujer sin arraigo popular como lo es July Sheridan, abanderada por un partido político que supuestamente debería representar a los maestros, finalmente trajo las debidas consecuencias. Nueva Alianza está a punto de perder su registro ya que hasta el momento no alcanza el tres por ciento de la votación requerida por el INE para conservar su registro. Pero la entrenadora de Pilates no es la única culpable de la debacle del partido turquesa.
La débil y timorata dirección de Mérida Mar Domínguez y de Ruth Callejas como secretaria general Nueva Alianza Veracruz, dejó mucho que desear. Fueron imposiciones que reflejaban y representaban sólo los intereses particulares de unos cuantos. Sin contar que las postulaciones de Nelly Reyes y de Maricarmen Rizo Ruiz, candidata a diputada federal, no lograron convencer a los electores, mucho menos a los maestros que nunca se identificaron con el partido turquesa.
Tan mal está Nueva Alianza que los votos anulados fueron superiores a la votación que los electores le dieron. Tan sólo en la elección para gobernador, Nueva Alianza logró 37 mil 484 votos, mientras que los nulos de la elección de gobernador suman 86 mil 735. Este es el precio que se paga por alejarse de las bases y por creer que el pueblo se chupa el dedo. Nueva Alianza fenece en Veracruz, y en gran parte se debe al voto de castigo de los propios maestros.
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