Uno de los que debe estar infartado por el triunfo de López Obrador es Vicente Fox Quesada, expresidente de México. Fox fue un enemigo frontal de Andrés Manuel López Obrador a quien calificó de loco, de mentiroso, de delincuente. Fox no tuvo empacho en traicionar a su partido, el PAN, con tal de que en la elección de 2012 ganara Enrique Peña Nieto.
En esta elección presidencial declaró su apoyo a favor de José Antonio Meade, dándole la espalda a Ricardo Anaya, candidato panista. Vicente Fox tiene prometido que le retiraran su pensión, lo que por supuesto no lo dejará en la indigencia. Sin embargo, para Fox era importante que le pagaran millones para guardaespaldas y asistentes, porque eso lo hacía sentir todavía presidente.
Vicente Fox sigue guardando silencio. Desde hace muchas horas no ha tuiteado nada. Su último mensaje fue de la hora en que emitió su voto. Pero desde ese momento ha guardado silencio. Habría que buscar el agujero donde se metió para preguntarle cómo le cayó en el ánimo el triunfo de López Obrador.
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