Por ejemplo, por la tarde circuló un video donde se advertía que se estaban vendiendo votos en la sede del PRI en Veracruz. Las personas que lanzaron esas fake news pasaron por ahí y vieron una multitud y sólo supusieron que se estaban comprando votos. Lanzaron el video a las redes y las personas lo compartieron, comentaron, sin saber lo que en realidad pasaba ahí.
Ni siquiera la aclaración de lo que ahí sucedía, sirvió de nada, pues la gente a veces quiere creer lo que quiere creer y ni con la verdad la haces cambiar de opinión. En mensajes de WhatsApp circulan también noticias de que atraparon mapaches del PAN y que mejor están huyendo de Veracruz. El problema de las fake news es que siempre encuentran terreno fértil en las mentes débiles que, en redes sociales, son la mayoría.