La verdad es que sin esos primeros seis puntos que lograra la selección nacional de México en sus dos primeros partidos, no se hubiera logrado el pase a los octavos de final de Rusia 2018. Fueron seis puntos importantes, que finalmente hubieran quedado en la anécdota si Corea no vence a Alemania.
Pero en el partido de México contra Suecia los jugadores de la selección parece que salieron con zapatillas y bolso de vedette. Ya se sentían divos y se negaban a las entrevistas. Pensaron que Suecia les iba a dar otros tres puntos y jugaron, como pendejos. Es por ello que el Chicharito, Javier Hernández, dice una media verdad, una media mentira: «No pasamos gracias a Korea, clasificamos gracias a nuestro trabajo. No perdimos por pendejos».
La verdad es que esta derrota era necesaria para bajar a los “dioses” del futbol a la tierra y así poder enfrentarse contra su siguiente rival que no será fácil. Esperemos que esta vez ante la selección de Brasil la selección de nuestro país no juegue como pendejos.
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