Pero en el partido de México contra Suecia los jugadores de la selección parece que salieron con zapatillas y bolso de vedette. Ya se sentían divos y se negaban a las entrevistas. Pensaron que Suecia les iba a dar otros tres puntos y jugaron, como pendejos. Es por ello que el Chicharito, Javier Hernández, dice una media verdad, una media mentira: «No pasamos gracias a Korea, clasificamos gracias a nuestro trabajo. No perdimos por pendejos».
La verdad es que esta derrota era necesaria para bajar a los “dioses” del futbol a la tierra y así poder enfrentarse contra su siguiente rival que no será fácil. Esperemos que esta vez ante la selección de Brasil la selección de nuestro país no juegue como pendejos.