Seguro el departamento de la Torre Pelícano está nombre de otra persona, entonces legalmente no es Javier Duarte, pero si la PGR entregó el departamento como propiedad del exmandatario, seguro es porque tiene indicios de que éste pudo utilizar un prestanombres. Acaso esos que tanto defienden a Duarte no se acuerdan que el señor presumía su austeridad diciendo que sólo tenía una casita de Infonavit, otra casa que le habían heredado, dos autos y una cuenta en Banorte donde le depositaban su sueldo.
La realidad es que Javier Duarte puso a nombre de sus allegados muchas propiedades que difícilmente se recuperarán. A los abogados defensores de Duarte no hay que creerles ni el bendito, ellos, como su vocero oficial Ciro Gómez Leyva, sólo repiten lo que su empleador les dicta, previo cheque con cantidad sustanciosa.