Virginia Durán Campollo / Si bien es cierto que se ha dado un pequeño giro, a la forma de hacer campañas, el derroche sigue siendo la constante. Persisten usos y costumbres aberrantes que van en contra de los Derechos Humanos, como son el acarreo y el costo monetario de ellos. Miles de personas que les pagan por estar ahí; empleados de gobierno; seguidores; interesados pero no los pensantes. Mujeres, niños, ancianos, jóvenes arrastrados peligrosamente, en tumultos supuestos de delirio que nos asemeja a un país bananero. Las desprestigiadas instituciones electorales, están supuestamente al pendiente pero no multan a la denuncia. Siguen las promesas inverosímiles algunas y otras francamente idiotas. Ofenden a la inteligencia, cuando vienen incluso de personas que no han tenido ninguna experiencia en gobierno. Preocupa el origen de algunos grandes capitales, que se invierten y el propósito de los mismos. He visto pasar muchas campañas, ésta es la más densa.
*** Lo que se inculpa, es que mucho de ese dinero proviene de las arcas públicas. Gobernadores que descaradamente se apropian del presupuesto estatal y federal, para operar con todo su equipo de gobierno para los candidatos como aquí en Veracruz y Puebla. En un escenario Kafkiano, en éste país se les patrocina con dinero público, para que lleguen a los puestos y desde ahí nos roben. Ninguno a nivel nacional, tiene la altura del estadista que necesitamos. Estigmas de corrupción, omisión, complacencia. Equipos llenos de personas nones gratas, a la memoria de los mexicanos como Manuel Bartlett o Rosario Robles entre muchos más. Prometen no gobernarán con corruptos, pero los jalan y no se ve la integración de rostros nuevos, frescos, prometedores. La intensa neblina se extiende y no permite ver con claridad, por quién nos conviene votar. No se necesita de buenos deseos sino de actitudes más enérgicas, iniciando cómo combatir en serio a la delincuencia organizada.
*** Hace nueve años le conozco. Desde el primer momento, me atrajo su manera suave en el trato. Educación, cultura, conocimientos políticos y clase con la que se nace. En todo este tiempo, he visto su empeño. Es un hombre de propósitos. La constancia en su anhelo es de admirar, pues lucha contra molinos de viento. Navega en aguas turbulentas, pero no deja el timón. La energía con la que ha recorrido varias veces el estado de Veracruz, tanto que es el mejor que conoce la geografía de la región. Su sencillez, el acercamiento con todos y su prestancia en los congresos, vigilando también las necesidades de sus paisanos. En justicia es José Yunes Zorrilla, el candidato más preparado y conocedor para gobernar Veracruz. Los mexicanos ya hemos cobrado a su partido la afrenta. Él lo sabe y busca una oportunidad de resarcir el daño. No meto las manos al fuego por nadie porque como pensaba Ortega y Gasset, todos los hombres tienen luz y sombra. Pepe tiene más lo primero. No se puede estigmatizar por los errores de otros. No sería justo, hablando en plata.
*** Comunicadores a modo y seguidores de los diferentes candidatos, no deben ser irresponsables al llevar la violencia a sus escritos y comentarios en redes sociales. El horno no está para bollos. No acaban de entender, que es un momento muy difícil para el país y que enardecer más los ánimos no es conveniente. La mayoría pelea beneficios que saben se darán- eso si les cumplen- de llegar el amigo, patrón, socio al poder. Ya no son esos los momentos. Los mexicanos ansiamos vivir en paz, para poder sobrevivir en espera de un verdadero cambio, que nos ayude a salir adelante.
*** Y para las agruras del mole…usted sabrá qué tomar. Hasta la próxima.
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