Pobre de López-Dóriga. María Asunción Aramburuzabala logró que lo corrieran de Televisa con una patada en el trasero, López-Dóriga sí sabe cuáles son las consecuencias de ponerse en contra de los poderosos, de querer extorsionar a los poderosos. Pero eso no ha importado, pues a pesar de la patada que le pusieran por el culo, el señor sigue del lado de ellos y ahora, como si fuera un dechado de credibilidad, intenta, como los empresarios, meter miedo ante el inminente triunfo de López Obrador en las elecciones.
Ahora, el que fuera conductor del noticiero más importante de Televisa, se pone a pregonar que hay una enorme fuga de capitales y que el responsable es López Obrador. Como si el fracaso de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio no contase; como si la inseguridad en el país no fuera un factor importante; como si la corrupción y la mala administración no contribuyeran a esa fuga de capitales.
La decadencia de este sujeto no le permite ver su abyección; no se cansa de ser el bufón de Palacio; agorero de tempestades que llegaron desde años atrás.
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