El único problema es que esta señora se gasta más de un millón de pesos mensuales tan solo por radicar en esa ciudad de lujo. Gasta un dinero que no le pertenece, es dinero que iba a ser empleado para útiles escolares y para material de curación de los hospitales veracruzanos. Karime Macías, no es un chivo expiatorio, como algunos tal vez lo piensen, es una persona que formó parte de una banda de saqueadores, donde ella jugó un papel protagónico.
No da lástima su condición de delincuente ni tampoco se burla uno de su situación, pero de algo sí podemos estar seguros, más de tres aplauden esta acción de fincarle responsabilidades y ver la posibilidad de que vista un traje naranja como las protagonistas de Orange Is the New Black.