Es decir, a huevo tiene que ser Cuitláhuac el gobernador de Veracruz sino al estado que se lo cargue la chingada. ¿Tampoco dialogará López Obrador, en caso de llegar a la presidencia, con diputados y senadores que no sean de Morena? Ya lo decíamos desde que iniciaran las precampañas, el único que puede darle en la madre a la campaña de López Obrador es el propio López Obrador. Tan bien que iba, calladito, sin meterse en problemas.
Pero apenas las encuestas lo ponen por las nubes y el señor ya se siente presidente, se llena de soberbia y se olvida de lo que es una democracia. Primero soltó la lengua con el asunto del aeropuerto, luego con lo de Slim, luego con los empresarios, y ahora se pone a decir que, si no se elige a los gobernadores de su partido, entonces no se va a entender con ellos, sino que sólo va a impulsar los programas sociales de los gobernadores que salgan de su partido. Si ya con la guerra sucia tiene para entretenerse, ¿por qué ponerse a decir esas cosas?