Al parecer la letra que escribiera el difunto Chico Che, ”Qué culpa tiene la estaca”, no la conocía Ricardo Alemán; el visceral y avezado comunicador, quien fue despedido de Televisa y Canal 11; ésta dice en su primera estrofa: «Ahora les voy a contar, cómo es que el sapo se mata, él solito sin querer, un día salta y se ensarta. Nunca deja de saltar, pasa la vida saltando, salta que salta que salta, y sólo se acaba ensartando».
Y es que esta chunchaquera melodía describe claramente la acción tan tonta y desmesurada de un hombre que fue vencido por sus propias vísceras, sólo a un tonto, por no usar la palabra peyorativa que quedaría como anillo al dedo, se le ocurre publicar o tuitear como dijeran los millennials, semejante estupidez; no sabemos si entre tantos millones, alguien le puede llegar a tomar la palabra.
A Ricardo Alemán le salió barata su tontería abrupta, su despido de Televisa y Canal 11 no es comparativa con un posible atentado o magnicidio, su salida del país tendría que ser inmediata. No sólo porque su publicación virtual haya sido dirigida a AMLO, así hubiera sido al Bronco o Meade, o a cualquier otro.
Su despido debe ser una lección para muchos tinterillos o corifeos que andan mendigando de las bondades del Sistema. Ahí están el tal Cayo de Hacha, o Ruiz Healy, que no olviden el dicho español que reza: «Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar».
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