Entonces, ¿a qué viene la carta de un sujeto de nombre José Armando Soto, que ante la imposibilidad de llegar a miles de lectores etiqueta de manera arbitraria a periodistas para que estos difundan sus vociferaciones. Para este sujeto, del que sólo se sabe estudió en la UV Intercultural y que vive en Coatepec, Aguilar Yarmuch es lo peor de lo peor.
Pero no argumenta, sólo insulta, sólo vomita improperios. ¿Quién está detrás de esos insultos? ¿Qué intereses afectó el que Aguilar Yarmuch pusiera orden en la Feria de Coatepec? ¿A quién le duelen las cuentas claras? Esos afectados son los que se esconden atrás de los vanos insultos de ese tal José Armando Soto. Allá aquellos que se dejen etiquetar por él.