El problema de la granja porcícola Los Pinos, que se encuentra en El Lencero, municipio de Emiliano Zapata, ya se debería haber resuelto a favor de los vecinos que durante años han tenido que soportar la hediondez que todas las tardes se cierne sobre las viviendas y que ha envenenado sus pulmones por años. Ya se debería haber resuelto pues la misma Comisión Estatal de Derechos Humanos ha emitido la recomendación número 04/2018, con fecha 28 de febrero de 2018, la cual, queda comprobado el daño ambiental y de salud.
En dicha recomendación se anota cómo es que los residuos de las matanzas y los deshechos de las crianzas contaminan los afluentes de la zona, asimismo se da fe del daño a la salud de los habitantes de esa zona. Pues por increíble que le parezca, la administración de Daniel Olmos, anterior alcalde, nunca hicieron nada por detener el daño ambiental que la granja porcícola ocasionaba; se sabe que Daniel Olmos recibía una buena mochada por permitir que esa granja trabajara de manera irregular.
Pues ahora, el Concejo Municipal de Emiliano Zapata está haciendo caso omiso a la recomendación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y no ha llevado ninguna acción de clausura en contra de la granja porcícola Los Pinos. ¿Por qué? Cabe mencionar que la granja porcícola “Los Pinos” es propiedad de Francisco Murillo Martínez, quien le comprara los terrenos a su tío Rafael “La Flecha” Murillo, quien fuera secretario de Finanzas y en su momento jefe del mismo Javier Duarte en Sefiplan.
Rafael Murillo Pérez es uno de los tantos funcionarios demandados por malversación de recursos federales ante la PGR por el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares. ¿Quién tiene que intervenir para que se haga justicia a los vecinos de El Lencero? El Concejo Municipal cree que puede salir impune y con las manos llenas de dinero, pero esta omisión se las van a cobrar.
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