Pero no sólo eso, también mostró que, a pesar de ya no ser panista, sigue viviendo en su propio oscurantismo: «Soy católica, tengo valores cristianos, estoy orgullosa de ello y para mí, el matrimonio es entre hombre y mujer. Creo que podemos buscar una figura jurídica que respete el derecho de vivir con quien se quiera, pero para mí ese es el matrimonio».
Cuando los estudiantes de la UDLAP la cuestionaron sobre las firmas falsas que entregó, la señora de Calderón sólo reconoció 425 firmas con inconsistencias, aunque en realidad el INE habló de miles de firmas falsas. Aun así, la señora se dice honesta y hasta piensa una “oficina de ética”; como si conociera el significado de esa palabra.