En las elecciones para gobernador, la moneda está en el aire, no hay nada para nadie. Sólo el candidato que demuestre más inteligencia y sepa cómo ganarse la voluntad de la sociedad veracruzana, incluyendo a sus maestros, será el próximo gobernador. Nadie puede decir que es dueño de la voluntad de los maestros, ni el propio hijo del difunto Callejas Arroyo puede ufanarse en estos momentos de ser el dueño de miles de votos.
Los que piensan que los maestros votarán en bloque, están completamente equivocados; después del 2013, el magisterio veracruzano se quitó los grilletes y abrió los ojos. Los maestros jamás perdonarán a los líderes magisteriales la condición de orfandad en la que quedaron, delante de las injusticias de una ley laboral disfrazada de educativa.
Hoy buscan la reconciliación, buscan el voto, sus intereses egoístas los delatan. Hoy el magisterio sigue en pie de lucha. Hoy el magisterio votará de manera individual. Así que nadie se pare el cuello. El magisterio no tiene dueño.
Tal vez los incondicionales muestren su supeditado agradecimiento por sus prebendas, votando por los líderes magisteriales que no se tentaron el corazón para votar a favor de la Reforma Educativa. Sin embargo, va a estar difícil que «saquen al buey de la barranca». Ni hablar, bien reza el dicho: «Los carniceros de hoy, serán las reses de mañana».
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