Claro que a cómo van las cosas, Meade Kuribreña busca un poco de calor para su campaña, que por cierto está más fría que el iceberg que hundió al Titanic. Con optimismo renovado, el candidato tricolor señaló: «Nos da mucho gusto la decisión, que ratifique nuestra posición jurídica y estamos atentos y preparados, y estaremos buscando justamente esta posibilidad de contraste y reiteramos nuestra invitación a hacerlo en cualquier foro que el resto de los compañeros escoja».
Lo cierto es que el de las prisas en este momento es Meade y, dese luego, no se queda atrás el chico maravilla quien todavía no se repone de la santa madriza que le pegaron con las notas de la compra-venta de una nave industrial. Ya veremos si en estos momentos el señor y amo de Morena se digna a aceptar la invitación a debatir.