Le preocupa su apariencia, sus arrugas, sus canas o el sobrepeso. Si alguien nos pregunta si aceptamos estar con una persona con sobrepeso, obesa o gorda, rápidamente contestaríamos que sí. Sin embargo, Haley Morris-Cafiero, autora de Wait Watchers, un experimento social que captura cómo reaccionan las personas cuando ven a gente con sobrepeso por la calle, demuestra que la mayoría de los humanos tendemos a burlarnos o admirarnos de gente gorda.
Y es que la obesidad, el sobrepeso y los trastornos alimenticios se han convertido en uno de los principales problemas de salud pública del país y en un factor determinante de la productividad del trabajador mexicano. Mire usted, de entrada, la obesidad en particular dobla las probabilidades de ausentarse del trabajo a causa de algún síntoma físico relacionado, como la diabetes o problemas cardiorrespiratorios.
Dichos padecimientos le cuestan a México tres mil 500 millones de dólares en atención médica y hospitalaria, así como una pérdida incuantificable en horas de trabajo de quienes tienen problemas de sobrepeso. Así que le damos un buen consejo, mírese al espejo y si sus mejillas brillan y tiene usted el vientre voluminoso, es hora de irle bajando a las tortas y a los tacos. Nuestro corazón nos agradecerá y los que nos rodean también.
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