Uno de los golpes más duros a su credibilidad fue el reportaje periodístico, donde se reveló el supuesto montaje que había armado para la captura de los “asesinos” de su hijo, así como las pruebas claras de que el hijo seguía vivo fueron un golpe mortal. Isabel Miranda de Wallace supo explotar muy bien su papel de víctima, su papel de madre desconsolada a quien le secuestraran y asesinaran a un hijo.
Sin embargo, su relación con el gobierno genocida de Felipe Calderón, así como su relación con Genaro García Luna, entonces secretario de Seguridad Pública, acusado de tener vínculos con el narcotráfico, fue minando su credibilidad. Entonces, por qué tomarla como referencia, si la señora es tan falsa como una moneda de tres pesos.