El padre de la chica que los acusaba de haberla violado les dio la oportunidad de enmendar el daño que habían causado pidiendo disculpas a la agraviada, acudiendo a un centro donde pudieran ser tratados por su mala conducta y no acercándose a la joven ni intentar molestarla. Era una oportunidad de oro que, cualquier joven arrepentido hubiera aceptado y agradecido. Pero no la aceptaron. Antes bien denostaron a la agraviada, sumándose a esa denostación la familia de algunos de ellos.
Los padres los trataron como muchachos traviesos que tenían permiso de ir a romper los cristales de las casas ajenas; ¿para qué se hizo el dinero si no se puede con éste librar a los hijos de la cárcel? Ahora la Suprema Corte de Justicia rechazó atraer la revisión de amparo presentada por Diego Cruz Alonso y una juez federal determinó que Enrique Capitaine debe permanecer en prisión, ya que hay elementos suficientes para ello.