Si a Mérida Mar, presidenta del partido Nueva Alianza en Veracruz, ni la pelaron y ni le avisaron de la imposición de July Sheridan como candidata a la gubernatura del estado de Veracruz, mucho menos a Ruth Callejas, la secretaria general del partido turquesa. La propuesta de la exmorenista, que gusta sacarse selfies con el gobernador Yunes en el avión, es una propuesta que nació muerta.
Las intenciones ocultas, o como dijeran los maestros el currículo oculto, es restar votos a Morena en el sur. Sin embargo, precisamente en el sur no le perdonan la traición a esta política, que en el pasado le llamaba porro al Ejecutivo local.
July Sheridan no representa nada en cuestión de votos, la poca credibilidad que tenía se esfumo mágicamente al darle la espalada al partido que la llevó al congreso local. Sheridan vale como mujer, eso nadie lo cuestiona, sin embargo, como dice un pasaje bíblico, «por sus frutos los reconocerán» y en el poco tiempo de trabajo legislativo de esta diputada con licencia, sus frutos han sido verdes y podridos, ninguna propuesta impulsó para beneficio de los veracruzanos.
Por cierto, otra de las damnificadas e inconformes fue la maestra Maricarmen Rizo, secretaria de Vinculación Social de la Sección 32 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE 32) y encargada de las finanzas del partido turquesa, quien manifestó su molestia en las redes porque tampoco se dio por enterada. Ni hablar, a los miembros del comité ejecutivo local del partido turquesa ni los tomaron en cuenta, tan sólo les dieron una sopa de su propio chocolate.
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