En Veracruz algunos políticos se han valido de este efecto, para ser catapultados hacia el Senado o para ocupar una curul o una presidencia municipal. Sin embargo, cuando éstos personajes ya están en funciones legislativas o de gobierno, olvidan que llegaron por méritos del jefe de la tribu morenista y comienzan a parlotear y comienzan a crecerse. Ese es el precio que tienen que pagar los que llegan sin mucho esfuerzo.
En el 2018, este efecto se hará presente; Cuitláhuac García, como las tortugas de las corrientes marinas de Australia, se la llevará de ha muertito, ya ha comenzado su tarea. Ha Pepe Yunes lo ha etiquetado como candidato perdedor, y a Miguel Ángel Yunes Márquez lo llama bodoque. Así es, el Cuic está perdiendo el piso y señala que no tiene competidores. Ya se verá si los Yunes pueden parar el Efecto Peje o verán cómo el Cuic se trepa a la silla del gobierno de Veracruz.
