Si Pepe Yunes quiere ser el próximo gobernador de Veracruz, tiene que sumar a todos. Y cuando se dice todos, nos referimos a todos. Tanto académicos, intelectuales, artistas, obreros, amas de casa, maestros, desempleados y muchos más. Pero algo muy importante, el senador con licencia tiene que dejar de lado por completo a todos aquellos que traen el tufo y hedor de la corrupción fidelista y duartista, y que furtivamente se acercan para ver qué cachan.
Esta fauna maloliente está compuesta de empresarios que se prestaron de fachada para hacer las corruptelas de Duarte. De notarios que certificaron y dieron el visto bueno de los saqueos, tanto del DIF, como de la SEV, y otros más que se quedaron huérfanos y que sólo buscan chamba.
Todos ellos, en lugar de sumar adeptos restarán simpatías al único activo político que puede alzarse con la victoria, siempre y cuando deje fuera de su proyecto a los huérfanos de la corrupción.
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