A Magaly Hernández Marín la reportaron extraviada desde el día 23 de noviembre. Había tomado un autobús que saliera de la calle Peral en la unidad El Sumidero. El servicio urbano era la ruta Chedraui-Museo-Artículo Tercero-CEM. Ella debió bajar en la parada del Centro de Especialidades Médicas desde donde se dirigiría a su casa. Pero no llegó. En las redes sociales se dio la alerta y se pidió ayuda para localizarla.
Fueron casi dos semanas hasta que se descubrió el cuerpo de una joven en el llamado Santuario de Las Garzas, un lugar que sirve de cruce para algunas personas que se trasladan del boulevard Diamante hacia la colonia Lomas de San Roque. En este lugar ya se han dado varios feminicidios. Para el 2015 ya se habían contabilizado ocho feminicidios en 14 años y hasta ese momento no se tenía indicios de quién o quiénes pudieran ser los culpables. En ese lugar se encontraba una caseta de policía que después quedó abandonada.
Desde el aire se advierte que es una zona boscosa con algunas veredas por las que transitan los vecinos. Por las tardes y por las noches algunas lámparas iluminan las veredas, pero la mayor parte del bosque está oscuro. En ese lugar, suntuario de crimen e impunidad encontraron a la joven Magaly, quien se dirigía a su casa, pero nunca llegó a su destino.
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