Luego vinieron las altas pensiones de trabajadores que quizá piensen que merecen esos cien mil pesos mensuales o noventa mil pesos mensuales u ochenta mil pesos mensuales o 70 o 60 o 50. Pero la verdad este país no está como para pagar esas pensiones onerosas a trabajadores que por mucho que digan que las merecen, no las merecen. El otro punto de la quiebra del IPE fue el saqueo.
De acuerdo con datos del “eficiente” Orfis, tan sólo en 2015 y 2016, Javier Duarte tomó dos mil 700 millones de pesos de la Reserva Técnica de este instituto. ¿Cómo van a solucionar la quiebra del IPE? Nada de lo robado se puede recuperar, a los nuevos funcionarios del IPE, esos que presumieron que todo lo sabían de finanzas, sólo les queda reordenar esas pensiones onerosas. De otro modo el IPE siempre será un fuerte dolor de cabeza para cualquier administración.