Filiberto Vargas Rodríguez /
Prefacio.
Todos los días en los hechos y con sus dichos lo confirma: Miguel Ángel Yunes Linares es el hombre más generoso con sus amigos. No escatima en elogios para ellos. *** Sólo así se puede entender que califique a Jaime Téllez Marié como “el mejor secretario de Seguridad Pública que ha tenido Veracruz”. *** La afirmación, por supuesto, es absurda y no tiene caso desgastarse enumerando las razones para calificarla como tal. Baste decir que es el primero –eso sí- que se pone un estricto horario de trabajo. *** Ya anunció el gobernador que su administración “no garantiza” la seguridad de los negocios que operen después de las diez de la noche. Y tiene razón. Su gobierno no garantiza la seguridad de nadie en Veracruz después de las 22 horas, pero tampoco antes. Simplemente su gobierno no es capaz de garantizar seguridad a los ciudadanos a ninguna hora. *** La postura de su gobierno en materia de seguridad es que a los que matan es porque “eran malandros”, que a la “gente bien” no le pasa nada. Y los que andan en malos pasos “merecen tener ese fin”. *** ¿Así o más absurdo?
* * *
El diagnóstico de Héctor Yunes Landa no tiene desperdicio: El que se fue era un ladrón, y el que llegó un inepto. Pero ni el que se fue era tan capaz, ni el que llegó es tan honesto.
Y mientras… Veracruz es el que paga.
Este domingo el senador Héctor Yunes Landa rindió su quinto informe de labores legislativas y se lamentó de que la entidad viva hoy su peor crisis, “producto de la ominosa corrupción del gobierno que recién salió y profundizada por la incapacidad absoluta del gobierno sordo que lleva ya nueve meses dentro”.
Yunes Landa dijo algo que todos sabemos pero que pocos, muy pocos se atreven a señalar: Que con el actual gobierno hay más deuda, hay más pobreza y la inseguridad está incontenible.
Y esa responsabilidad no es “del que se fue”, sino del que llegó. Como bien lo dijo el senador, “quien hoy nos intenta gobernar, en campaña se vendió a sí mismo como justiciero, hoy aplica una justicia selectiva, llegando al extremo de vender impunidad a quienes había señalado, a quienes había denostado”.
Con acceso a información certera, confirmada documentalmente, Yunes Landa reveló que Miguel Ángel Yunes Linares, quien había prometido no endeudar más al Estado, en sólo cuatro meses gestionó créditos hasta por 11 mil millones de pesos. Ese ritmo para endeudarse no lo tuvo ni Duarte.
Con seguridad, Yunes Linares habrá de alegar que, más que un informe de sus labores, Héctor Yunes le dedicó todo el discurso a él, y hasta habrá de insinuar que su primo hermano “respira por la herida”.
Quizá haya algo de eso, pero lo que no puede negar el gobernador es que, material para cuestionar su gestión la hay, y de sobra.
El recuento de Yunes Landa es puntual. Muchos de estos temas ya se han mencionado en este espacio, pero vale la pena recordarlos.
Como el mito de la falta de dinero, que su propia Secretaría de Finanzas desvirtuó, cuando admitió que hoy Veracruz recibe 23% más participaciones, y que los ingresos públicos alcanzaron durante el primer semestre del año más de 55 mil millones de pesos; esto es, 7 mil 568 millones más de lo que el gobierno anterior recibió en el mismo periodo del 2016.
Yunes Landa insistió: “A finales del mes de junio, según lo reportó la propia Secretaría de Finanzas, el gobierno tenía en bancos ocho mil 455 millones de pesos que hoy se encuentran ‘sudando el dinero’, en un sauna financiero, no para convertirse en obras, sino en votos”.
En un ejercicio interesante, el senador priista hizo un recuento de lo que podría pagar el actual gobierno con esos recursos: El adeudo de tres mil millones de pesos con los Ayuntamientos, los dos mil millones de pesos con la Universidad Veracruzana, y alcanza para cubrir las becas de estudiantes, el abasto de medicinas en hospitales y cubrir algunos adeudos con empresarios veracruzanos.
Y en materia de seguridad las cosas están aún peor:
“Como candidato, quien hoy nos gobierna, aseguró ser un experto en seguridad. Nos ofreció que en cien días nos sentiríamos más seguros, y que en medio año, resolvería el problema de la inseguridad. Llevamos nueve meses y no sucedió ni lo uno ni lo otro”, dijo.
“Nos ofreció a un militar de alto rango como Secretario de Seguridad Pública y nos dio a un abogado con experiencia de director de Tránsito en Boca del Río. Se comprometió a utilizar drones como parte de una estrategia de seguridad, y hasta hoy sólo ha logrado identificar e incautar un lote de autos presuntamente robados, los que se tuvieron que devolver uno por uno, por ser vehículos en posesión de un lotero, que los tenía a consignación”.
Eso explica, dijo, porqué siete de cada diez veracruzanos opinan que al gobierno de nuestro estado, la seguridad se le ha salido de control.
Héctor Yunes Landa tiene, en efecto, una espina clava. Sigue latente su aspiración de gobernar Veracruz. Hoy quizá las condiciones sean tan adversas o más que el año pasado, pero él no se raja. Ya anunció que en enero habrá de pedir licencia a la Cámara Alta para ir en busca, una vez más, de la candidatura a gobernador.
Habrá que esperar.
* * *
Epílogo.
El gobernador Miguel Ángel Yunes Linares admitió que para la construcción del Centro de Salud de Soledad Atzompa, recontrató a la empresa “Grupo Constructor Velasco”, cuyo representante legal es Adrián Velasco Ocampo, a pesar de que es la misma a la que en 2015 el gobierno de Javier Duarte le adjudicó directamente un contrato por 29.2 millones de pesos, y en 2016 simuló una licitación pública nacional para ganar un contrato por 49.8 millones de pesos. El argumento de Yunes Linares para sostener a esta empresa fue que hicieron una evaluación “y lo que más convenía era contratar con la misma empresa, siempre y cuando bajáramos el costo en 20 millones de pesos”. La contundencia de su argumento es apabullante. ¿Hicieron acaso la misma evaluación en el caso de la Torre Pediátrica de Veracruz? ¿No habría sido posible contratar una vez más al empresario César Augusto Morando Turrent? ¿Lo intentaron, al menos? Quizá hubieran conseguido una buena rebaja. *** Más cuerpos descuartizados en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río. Pero no se preocupen, si son “gente de bien” y no andan en la calle después de las 10 de la noche, nada malo les va a pasar. Eso se los “garantiza” su gobernador. *** Ya otro día hablaremos de las “tonterías” que no le deben preguntar al gobernador, pues le echan a perder el día.
Comentarios