La señora Sara Ladrón de Guevara González deberá sanar las heridas que deja el proceso; además, deberá elevar la calidad educativa, asunto de mucha importancia y que ha sido descuidado por su administración. En su mensaje ante la comunidad universitaria tras rendir protesta de ley como rectora para el periodo 2017-2021, reconoció que hay quienes se oponen a que continúe en el encargo, pero consideró que esto «siempre ocurre». Pero no crea que la rectora habla con humildad, no nada de eso, ya engallada y conocedora de que cuenta con la venia de los de arriba, dijo lo siguiente:
«Bienvenidas las voces críticas, hoy les digo que en cada ejecución así sea de la mejor orquesta habrá quien discrepe del tempo, así corresponda al más prestigiado director. Habrá quien disienta del lugar que le han asignado entre los atriles y quien discuta sobre el entrante de las marcadas, en fin, a alguien le toca marcar el rumbo y será el responsable de los resultados».
Triste situación para la Universidad Veracruzana con una persona que presume su puntaje y sus pírricos logros como si los veracruzanos nos chupáramos el dedo.