¿Cómo? Pues consiguiendo facturas que justificaran las cantidades pagadas, facturas de esas empresas fantasma. El bienintencionado Alberto Silva, tan sólo en 2014, regularizó pagos a empresas fantasmas por la simple cantidad de 500 millones de pesos. Por cierto, las empresas a las que regularizó pagos son las mismas empresas fantasma que cobraron facturas en Salud, Educación, Desarrollo Social y DIF Estatal; cabe recordar que en Desarrollo Social él fue también titular en algún momento.
Silva pide que la Fiscalía se deje de argüendes con eso del desafuero, pues eso afecta sus derechos humanos. Miren que hacerlo ver como un delincuente, ahora que está recién casado, eso le debe tener muy mortificado en su luna de miel.