El tema de Shariffe Osman y los millones de pesos que se desviaron de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas a través de su familia es un tema que salió a la luz a principios de diciembre de 2016. En ese entonces se reportaba que, a dos semanas de haber llegado como jefa del departamento administrativo de esa dependencia, Shariffe «dio un contrato por 3 millones 639 mil pesos a la empresa Supervisión Técnica por Veracruz JVCZ para que realizara un estudio de una obra de “modernización y ampliación” de un camino en Las Choapas, Veracruz».
El caso es que, descaradamente, no les importó que la representante legal de dicha empresa beneficiada fuera Irma Flores Sangabriel, madre de Shariffe Osman Flores. Pero no fue el único contrato que les dio, de hecho, para taparle un poco el ojo al macho, en las licitaciones se pusieron a competir entre los mismos familiares.
A la empresa de un primo le dio un contrato por cuatro millones 555 mil pesos para la «construcción del sistema de drenaje sanitario en el municipio de Chontla, Veracruz». Y así, de poco en poco y de mucho en mucho, fue haciendo más millonarios a sus parientes.
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