Jorge Flores Martínez / Con la detención de la supuesta amante de Javier las cosas se ponen perfectamente al revés para la actual administración, lo que pensaban sería un golpe mediático total, fue, tan solo, una chispita sin importancia.
Voy por partes para intentar ponerlo en perspectiva, por lo menos en mi manera de ver las cosas.
Entiendo que pueden tener información determinante que involucre a esta señora en el desfalco a Veracruz, pero para el resto de nosotros no representa más que morralla vil. No puedo dejar de pensar que la eficiencia y perfección en la detención delata, posiblemente, toda una serie de intereses que podrían ser bastante perversos y, porque no, algo ruines a diferencia de otros casos, donde la ineficiencia y la torpeza fue el denominador.
Por ejemplo, con la intención de obedecer a un orden cronológico, a la fecha nadie nos ha explicado por qué liberaron al ex director del Seguro Popular, el monto por el que estaba acusado es de varios cientos de millones de pesos, lo liberaron sin mayor detalle y, a la fecha, entiendo que se encuentra prófugo y sin el menor viso de recapturarlo.
Al ex gobernador Flavino Ríos fue liberado con explicaciones contradictorias; por un lado, el gobernador declaró que eran cuestiones de salud por las que iba a seguir su proceso en prisión domiciliaria; por el otro, el presidente del Tribunal dijo que simplemente pagó su fianza y se fue a su casa tranquilamente. Lo de la suspensión como notario público, quedó en veremos. Reitero, no digo que sea culpable, tan solo quiero apuntar que, ni siquiera se pusieron de acuerdo en los motivos de su liberación.
Otro caso es el de Nemi Dib, a quien pareciera no solo le dieron aviso de la orden en su contra, sino que hasta le ayudaron a empacar sus cosas para escapar y declararlo prófugo; lo último que supimos hace unos días, es que ya lo tienen localizado y en cualquier momento lo presentan ante la justicia. Por “cualquier momento” debemos entender, supongo, algún lejano día.
Gabriel Deantes, la fiscalía no pudo con él, enfrentará su proceso en la comodidad, supongo yo, de su “Villa Meona”, como le dicen pomposamente a su residencia con no sé cuántos baños y elevador.
Vicente Benítez, después de ser señalado reiteradamente como uno de los principales responsables del desfalco a nuestro estado, hace unas semanas tuvo el atrevimiento de pasearse en el Palacio de Gobierno y tomarse una fotografía, con el mismísimo gobernador, para el recuerdo y solaz esparcimiento del apreciable.
Ricardo García, quien fuera contralor general, fue señalado, por el hoy gobernador, como la tapadera de Javier Duarte, prestándose a toda serie de triquiñuelas; hoy está simplemente tranquilo, hasta intentó ser candidato a presidente municipal de Pánuco, el CEN del PAN se lo impidió.
En los demás casos, la historia es la misma, se pasean con total libertad y de manera casi impúdica. Pareciera que la justicia es a gusto y a modo, es triste, pero cuando la justicia se aplica así, deja de ser justicia.
También tenemos empresarios multimillonarios que hace apenas unos años estaban quebrados y hoy se pasean en la mayor desfachatez. ¿A poco no les pueden encontrar nada raro?; los veracruzanos estamos hartos, cada seis años es lo mismo y nuestras autoridades siguen creyendo que con dos o tres ya tienen para tenernos contentos. ¡Pues no! No queremos eso, para empezar, nos prometieron un banquete y al parecer nos debemos contentar con una orden de justicia y dos empanadas.
Por eso, y para no llevar la contraria, yo pido que esa orden de justicia y dos empanadas que nos ofrecen estén bien calientes, porque solo la venganza se sirve fría.
Espero que de tan calientes me quemen el chipo y así hasta me callen.
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