Lo que plantea la diputada Mariana Dunyaska sobre los derechos laborales de los periodistas es, por donde se le mire, loable pero irreal. Para empezar, la diputada debió sondear no sólo entre los trabajadores de los medios, sino además entre los empresarios, los dueños de los medios de comunicación. Ella debería saber que a causa de los abusos y excesos que se llevaron a cabo en los sexenios de Fidel Herrera y Javier Duarte, los medios se rindieron al dinero fácil con la condición de mostrar un panorama distorsionado de lo que pasaba en Veracruz.
Los medios de comunicación endiosaron a Fidel y consecuentaron a Javier Duarte. A cambio les llenaban los bolsillos. Eran tiempos en los que había dinero para los medios informativos, sin embargo, a pesar de esa bonanza, los dueños de los medios de comunicación no hicieron nada por sus trabajadores. Ávidos, siempre se quedaron con todo, no repartieron nada, su fórmula siempre fue engrosar su cartera sin buscar beneficios para sus trabajadores.
No hubo capacitación, no huno incentivos, no hubo buenos sueldos, mucho menos seguros de vida. Durante la docena trágica ni el gobierno de Fidel Herrera ni el de Javier Duarte hicieron nada ante esta problemática. ¿Con quién se sentaban los gobernantes en esas comidas vergonzantes del Día de la Libertad de Expresión? ¿Con quién festejaban los falsos premios que se le otorgaban a Duarte por “garantizar el ejercicio de la libertad de expresión”?
Ahí están las fotos, ahí están los testimonios, siempre fue con ellos, con los dueños de los medios que, aunque recibían sus millones en convenios, nunca quisieron ver por sus trabajadores.
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