Jorge Flores Martínez / Por lo regular los delincuentes tienen la costumbre de encontrar un eufemismo para sus actos y la intención de esto, creo yo, es la de desorientar y la de evitar ser conscientes del acto o delito que cometen; así por ejemplo, cuando un diputado recibe un chocolate, es el eufemismo a recibir un soborno.
Hace unos días un secretario de la actual administración estatal aceptó que en la anterior legislatura, algunos diputados, no sabe cuántos ni quienes, recibieron chocolates para aprobar iniciativas, reformas y dictámenes a “modo”. Hasta ahí todo podría parecer inofensivo y hasta anecdótico, “diputados que recibieron chocolates durante el gobierno de Javier Duarte”.
Hay que resaltar que lo que recibieron no tiene la candidez ni la inocencia de un chocolate o de cualquier otra golosina, lo que recibieron estos diputados fue un soborno y eso es un delito, lo que los convierte en delincuentes.
Ya entendiendo que se trata de un delito, vamos a ver en qué consiste éste: Soborno o cohecho es cuando un servidor público recibe indebidamente dinero o cualquier otra dádiva, para hacer o dejar de hacer algo justo o injusto relacionado con sus funciones.
Y, ¿qué hicieron o qué dejaron de hacer estos diputados sobornados de la anterior legislatura? Más daño del que creemos, su irresponsable acto fue una traición a los veracruzanos, una gran y enorme traición. Así que además de delincuentes, podemos concluir que son unos traidores, nos traicionaron.
¿Cuál fue el daño a Veracruz que cometieron estos diputados sobornados? Pues muchos de ellos votaron a favor de las cuentas públicas que presentó cada año el gobernador Duarte, con lo que avalaron y dieron de alguna forma sustento legal al saqueo de nuestro estado.
Además, los votos de estos diputados sobornados autorizaron los préstamos mil millonarios que le concedieron a Javier Duarte durante su administración. También fueron los que dieron la entrada a la empresa Odebrecht en Veracruz; ellos aprobaron la ley de asociaciones público-privadas en el 2015; no quiero pasar por alto, que fueron los votos de estos diputados los que aún en contra de las instrucciones del CEN de su partido aprobaron, el capricho de un demente, la gubernatura de dos años.
No es un tema sencillo, no se trata tampoco de un tema menor, lo que este señor, que fue coordinador de la bancada del PAN de la legislatura anterior, al parecer no tiene claro, es que no son chocolatitos los que recibieron, se trato de cohecho y esto es un delito terrible por el daño incuantificable que representó a ocho millones de veracruzanos.
En Veracruz, algunos delincuentes ejecutaron el desfalco, otros lo permitieron, otros lo planearon, otros, como los diputados sobornados lo autorizaron y le dieron sustento legal. Así que no es cualquier asunto, no es una gracia o un derecho que tienen como diputados, lo que hicieron se llama cohecho y además, les reitero que el permitir que los sobornaran, fue una traición a Veracruz.
Los veracruzanos estamos cansados de ustedes. Las cosas por su nombre y las responsabilidades por sus actos, después de todo no es difícil ver qué votó cada legislador durante su gestión. No pueden olvidar que ustedes eran nuestros representantes, nuestro voto era la confianza depositada en ustedes para cuidar y ver por nuestros intereses, por el interés de todos los veracruzanos.
Las cosas claras y el chocolate espeso, muy, pero muy espesito a pesito.
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